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Manuel Monterrey. Apuntes biográficos


Señalábamos en los apuntes que en 2004 hicimos a la figura del poeta pacense Manuel Monterrey, en un trabajo titulado Escritores extremeños en los cementerios de España, tomo II, págs. 199-212 (Beturia Ediciones), como también lo comenta el profesor Manuel Simón Viola en su Introducción y Notas a la Antología de Manuel Monterrey que se publicó por la Diputación Provincial de Badajoz, Colección “Clásicos extremeños”, 1999, la falta un estudio serio y profundo sobre el Modernismo y sus seguidores secundarios, que, a la postre, son los que mejor reflejan las corrientes de sensibilidad y el gusto de una época.
Y seguíamos diciendo, que la bibliografía existente sobre este movimiento literario de principios de siglo, solamente estudia a sus seguidores de más envergadura, dejando olvidados a lo que podríamos llamar poetas menores, normalmente arrinconados en provincias, sujetos a condicionantes sociales atávicos y sin ningún nexo de unión con los círculos bohemios de Madrid, ciudad en la que creció y se desarrolló este movimiento literario (y artístico en todas sus ramas), tan importante para el posterior devenir de la literatura española y de la lírica principalmente.
Efectivamente, y podemos verlo en infinidad de ocasiones, cuando se hace un estudio sobre un movimiento literario o artístico, y más concretamente sobre lo que se ha dado en llamar generaciones literarias, normalmente se tiende a simplificar el estudio señalando a los personajes que han conseguido alcanzar fama o prestigio literario, olvidando completamente a aquellos otros artistas o literatos que aún habiéndose quedado en posiciones menos brillantes por falta de apoyos publicitarios (muchas veces inmerecidamente), son tan importantes como los primeros a la hora de hacer un estudio pormenorizado de una época concreta. Esto que estamos señalando lo podemos ver perfectamente cuando se estudia a la llamada Generación del 98, cuyo Santo y Seña, decimos nosotros, podríamos encontrarlo en las palabras de Miguel de Unamuno, cuando señala que España les dolía en el cogollo del corazón, y en el que siempre ha prevalecido en su estudio, más la cronología de los escritores reseñados como tales, que el espíritu de sus vidas y de sus obras, faltando siempre en esa lista hombres de la talla de un Ricardo Macías Picavea, uno los personajes más representativos del 98, pero el menos recordado, por poner un claro ejemplo de lo que venimos señalando, cuyo libro: El problema nacional, Madrid, 1899, sería muy interesante fuera lectura obligada por nuestros universitarios, para entender hoy día los problemas que convulsionaron a España en aquellos fatídicos y angustiados años de incertidumbre política, económica y social.


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